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Día Internacional de la Juventud, a «celebrar» entre desempleo y peor salud mental

Día Internacional de la Juventud, a "celebrar" entre desempleo y peor salud mental

El Día Internacional de la Juventud viene marcado en 2021 por un nuevo empeoramiento de dos problemáticas de los jóvenes: el desempleo y la situación derivada del covid-19, con un empeoramiento de la salud mental

El Día Internacional de la Juventud tiene por objeto colocar en primera línea, y ante la mirada de toda la comunidad internacional, los problemas y situaciones difíciles que afrontan los jóvenes en su día a día. Y, por ende, celebrar la actitud que la juventud adopta ante tales cuestiones.

Desde hace unos años, se arrastra en España, y más acusadamente en Andalucía, una situación precaria en lo que se refiere a la tasa de paro entre la juventud. En ese sentido, debemos señalar que en 2019 la tasa de paro en Andalucía entre menores de 25 años era del 41%; en 2020 se elevó al 52,2% según la EPA y, en el primer trimestre de 2021 se presenta una tasa de 51,09%; lo que nos ofrece una curva al alza. Una diferencia de 10 puntos con respecto al momento anterior a la pandemia, pero que tampoco la leve mejora del empleo general ha paliado.

Con los últimos datos, la EPA del 2º trimestre, persiste el drama: prácticamente uno de cada dos jóvenes andaluces está en paro, el 47,01%. Solo Canarias y las dos ciudades autónomas tienen una cifra peor.

Más preparados, pero sin encuadre laboral

«Si analizamos los datos expuestos anteriormente, podemos comprobar cómo la juventud sufre y afronta una serie de problemas a la hora de encontrar empleo, pese a que, en la actualidad, los jóvenes se encuentran más preparados para incorporarse al mercado laboral», reflexiona la responsable del Departamento de Juventud de USO-Andalucía, Marta Barco.

El desempleo juvenil en Andalucía es un tema de gran complejidad que debe imponer a los poderes públicos y administraciones la adopción de medidas de modo urgente y con prioridad, para que sea paliado con urgencia.

«Sería interesante realizar un análisis sobre la formación actual que demandan los colectivos empresariales, con el fin de visualizar de una forma más clara aquellas ramas laborales que ofrecen más oportunidades, y adaptar la población juvenil a las profesiones que se más demandan y con el tipo de conocimientos, más prácticos, que se precisan. Así, la preparación se actualiza a la sociedad en la que nos encontramos. Con ello, podemos lograr una mejor inserción laboral para la juventud y mejorar así la empleabilidad de las personas jóvenes», propone Barco.

Y eso a pesar de que muchos jóvenes no figuran en el paro porque no buscan trabajo antes de los 25 años. «Entre la juventud, cada vez es más el alto porcentaje de jóvenes que dilata su etapa de estudios y formación. Hace unos años, la juventud prácticamente abandonaba la formación cuando finalizaba los estudios primarios o básicos. Y, en la actualidad, abundan los jóvenes universitarios o con estudios de postgrado», indica la responsable de Juventud-USO-Andalucía.

Pero esto tiene una doble lectura: «los jóvenes estamos más preparados, sí. Pero también muchos de los siguen estudiando lo hacen por haber intentado encontrar trabajo y no conseguirlo. Deciden entonces seguir formándose para aprovechar la desocupación».

Día de la Juventud, día de reivindicación

Al alto paro juvenil se le añade la precariedad laboral de los que tienen un empleo. Esta precariedad es algo ya estructural, «tiende a considerarse natural. Se ha normaliza que una persona joven tenga que tener dos, tres o hasta cuatro empleos parciales para sumar un salario decente y, con suerte, afrontar la emancipación de su núcleo familiar. No podemos permitir que esto no nos escandalice, por mucho que se repita a lo largo de los últimos años», clama Marta Barco.

El paro juvenil en Andalucía se ha agravado por la crisis sanitaria a consecuencia del covid-19. «Partimos de la base de que los jóvenes han sufrido con mayor fuerza los efectos del parón económico procedente del confinamiento. A este respecto, la juventud afronta la precariedad laboral desde diferentes ángulos: por un lado, son los primeros en ser despedidos al termino de los ERTE y, por otro, aquellos jóvenes que, a medio plazo, conserven sus empleos, se encuentran más expuestos a ser despedidos ante la crisis económica que ha provocado la pandemia. El despido joven sigue siendo un despido más fácil y barato», lamentan desde Juventud-USO-Andalucía.

El Departamento incide en que el Día Internacional de la Juventud de este año debe servir para proporcionar a las personas jóvenes una plataforma con proyección a toda la comunidad internacional: visualizar todos los problemas que afrontan los jóvenes, concienciar de los retos ante nuevas situaciones o conseguir la participación de la juventud en todos los ámbitos de nuestra sociedad. En definitiva, este año se pretende la participación de los jóvenes a nivel local, nacional y mundial para influir en los problemas y mejorarlos.

Además de la situación sociolaboral, desde el Departamento de Juventud de USO se ha estudiado un grave efecto de esta crisis entre los jóvenes: la salud mental. Puedes leer el resumen de las conclusiones o descargarte el Informe sobre la Situación Económica de la Juventud en España 2020-2021.

EPA 2020: el último trimestre parchea, no arregla, el batacazo de desempleo covid en Andalucía

EPA 2020: el último trimestre parchea, no arregla, el batacazo de desempleo covid en Andalucía

Andalucía termina 2020 con 83.400 parados más y la segunda tasa de desempleo más alta del país, según la EPA

El último trimestre de 2020 “le puso un sedante de casi 100.000 ocupados a Andalucía según la EPA. El problema es que, tras la anestesia, nos despertamos con que el año terminó con 83.400 parados más. Solo en Canarias, más dependiente aún que nosotros del turismo, el año de la pandemia terminó con más paro que en Andalucía. En nuestra región, el desempleo subió hasta el 22,74%, casi 7 puntos por encima de la media nacional, de 16,13%”, lamenta Jesús Payán, coordinador general de USO-Andalucía.

“La pandemia está siendo un drama social global, eso está claro, pero Andalucía tenía menos mimbres que nadie para parar el golpe del desempleo. Refleja la EPA que somos la comunidad autónoma que más población activa ganó en 2020, a pesar de todo, 30.400. Pero, por otro lado, la población mayor de 16 años aumentó en 47.100 personas. Eso quiere decir que el crecimiento se debe a que demográficamente somos una de las regiones más jóvenes de España, no a que se haya creado tejido laboral”, advierte Payán.

Juventud y mujeres: más castigados por el desempleo en tiempos de covid

En ese sentido, el coordinador de USO en Andalucía lamenta que “esa juventud se verá atropellada entre dos crisis. No podemos consentir otra generación perdida, sería un fracaso social. La pandemia nos ha obligado a asumir la digitalización como forma de vida, y tener una población más joven que otras regiones debería ser un valor añadido para crear empleo 4.0 en Andalucía. Un empleo para el que hay personas formadas y que genera riqueza y soluciones a corto y largo plazo”.

Además de la juventud, Jesús Payán llama la atención sobre “la feminización del paro en Andalucía. La brecha de género de España aquí es un abismo. La tasa de desempleo entre los hombres es del 19%, pero en las mujeres supera el 27%”.

Andalucía: la comunidad que más jóvenes abandonan hacia otras partes de España

Andalucía: la comunidad que más jóvenes abandonan hacia otras partes de España

6.581 jóvenes de entre 16 y 35 años dejaron Andalucía por falta de oportunidades de empleo

Andalucía tiene una de las poblaciones más rejuvenecidas de España si atendemos a los porcentajes de jóvenes sobre los habitantes totales. De hecho, Almería es la provincia de Andalucía con mayor relación de jóvenes (16-35 años) con respecto a la población total (24,12%), solo por detrás de las dos ciudades autónomas, y otras cuatro provincias andaluzas (Jaén, Granada, Huelva y Córdoba) están entre las diez primeras. Sin embargo, es la que más maltrata a sus jóvenes en cuanto a falta de oportunidades laborales o formativas, que los obligan a irse a otras comunidades autónomas.

Según datos recogidos en el informe sobre la “Situación sociolaboral de la juventud en España 2019-2020”, elaborado por el Departamento Confederal de Juventud de USO con motivo del Día Internacional de la Juventud, 6.581 personas de entre 16 y 35 años dejaron en 2019 Andalucía para irse a otras partes de España. La siguiente en el ranking es Castilla y León, con -3.844 jóvenes.

“Andalucía es, junto con Extremadura, la comunidad con más paro de España. Los jóvenes ven que, a pesar de formarse, están abocados a la temporalidad de la hostelería, y emigran de Andalucía. Es una situación que se ha dado a lo largo de toda la historia reciente y que debemos parar apostando por la implantación de la industria tecnológicas, en la que los jóvenes pueden encontrar empleos estables y de calidad”, pide Marta Barco, responsable del Departamento de Juventud de USO-Andalucía.

Barco, además, recalca que “en el informe nos hemos fijado en los primeros efectos de la pandemia sobre el desempleo juvenil, con un incremento mayor al general, pero el efecto del covid en la economía andaluza, en el empleo y en el futuro de los jóvenes se augura más duro por nuestra dependencia del turismo extranjero”.

Otra solución apunta directamente al teletrabajo: “en USO consideramos que el trabajo a distancia puede ayudar a frenar la sangría de jóvenes andaluces a otras regiones. La juventud está, en general, más preparada para los empleos con competencias digitales, y puedes continuar en su lugar de origen trabajando para empresas de otros lugares con viajes puntuales. Eso sí, es importante que se apruebe finalmente la ley que lo regule para evitar, especialmente, los abusos de jornada”, pide el responsable de Juventud en USO-Andalucía.

El paro juvenil roza de nuevo el 40%

En el conjunto de España, el paro juvenil ha vuelto a dispararse en el primer trimestre de pandemia. El desempleo entre los menores de 25 años ha crecido un 6,62% desde el primer al segundo trimestre de 2020, más entre las mujeres, y vuelve a rozar el 40% (39,61%). Es decir, 4 de cada 10 jóvenes que quieren trabajar no pueden hacerlo.

“Son unas cifras mucho peores que para la población en general. La cifra de paro fue según la EPA del 15,33%; es decir, subió algo menos del 1%, frente a casi el 7% entre los jóvenes. No podemos permitir otra generación perdida cuando aún muchos de quienes llegaron a la edad laboral en la última década han podido estabilizarse en el empleo”, pide Yago Sáenz, responsable del Departamento Confederal de Juventud.

El informe también recoge la evolución de las nuevas altas de jóvenes en el SEPE. En junio de este año, 53.026 menores de 35 años se dieron de alta como demandantes de empleo. Esto supone un 26,45% de quienes lo hicieron en junio de 2019. Sin embargo, justo antes del estado de alarma, en febrero, las nuevas demandas de empleo entre jóvenes se habían reducido a 33.276.

Bajan los “contratos exprés”, crecen los “contratos incertidumbre”

Los efectos del covid en los contratos de la juventud ofrecen luces y sombras. La contratación de menores de 34 años se ha desplomado en junio de 2020, como también ocurre con la contratación general. Se han firmado poco más de la mitad de contratos que en 2019, pero con cambios de tendencia.

“Han bajado drásticamente las contrataciones por menos de una semana. Los jóvenes son el caladero habitual de los contratos exprés del turismo y hostelería, y este año el sector está muy golpeado. Y ha crecido el porcentaje de contratación indefinida. Son menos puestos de trabajo que el año pasado, pero una mejor proporción. Desde USO, entendemos que esto se debe a la necesidad de competencias digitales en los nuevos empleos, para las cuales los jóvenes suelen estar mejor formados”, analiza Sáenz.

Por el contrario, el responsable de Juventud-USO se fija en el crecimiento de los contratos de duración indeterminada. “El contrato por obra y servicio es una de las mayores trampas de nuestra legislación laboral. La mayoría enmascaran necesidades estructurales que se visten de temporalidad, y hoy suponen un 7% más del total de los contratos que hace un año”.

Las crisis de la juventud y sus efectos en la demografía

La población joven (16-35 años) supone el 20,75% de la población española a 1 de enero de 2020. Con respecto a 2019, la población joven ha aumentado más que la general: 1,52% frente a 0,88%, y lo ha hecho más entre las mujeres que entre los hombres, aunque estos suponen casi el 52% de las personas entre 16 y 35 años.

Una buena parte de este saldo positivo se debe a la vuelta paulatina de la inmigración: “si miramos los saldos migratorios, vemos que seguimos teniendo un déficit de españoles que emigran, normalmente los más formados, mientras que, por otro lado, en 2019 había vuelto a recuperarse la inmigración. Llegaron 245.060 personas de otras nacionalidades y ‘se nos fugaron’ 1.868 jóvenes. Suponemos que, cuando termine 2020, la inmigración se habrá parado en seco por la pandemia. Es importante recordar, frente a movimientos racistas y xenófobos, que, además de una cuestión humanitaria en muchos casos, la llegada de inmigrantes es imprescindible para rejuvenecer nuestra sociedad”, señala el responsable del Departamento de Juventud de USO.

La población se reparte de forma desigual en los tramos anuales. Así, el escalón más numeroso es el de los habitantes de 16 años y, después, a partir de los 27. “Esto se corresponde claramente con los vaivenes económicos de nuestra historia reciente. Así, los mayores de 27 años son fruto del famoso baby-boom de los años 80 y los de 16 años, del último período expansivo, de otro boom, el de la construcción. El hueco intermedio se corresponde con la profunda crisis de la reconversión industrial de los 90. Esto indica que en unos cuatro o cinco años veremos las consecuencias de la crisis de 2008 en la población y, de aquí a 16 años, desempolvaremos este estudio para volver a estudiar cómo la crisis del coronavirus mermó la posibilidad de la juventud de tener hijos por falta de un empleo estable y una vivienda”, augura Yago Sáenz.

Por la pandemia, aplazada la III Escuela Sindical de Verano de la USO, que iba a celebrarse en Málaga

El riesgo de contagios por el coronavirus obliga a USO a cancelar su Escuela de Verano, que iba a celebrarse en Málaga

La Secretaría de Formación Sindical e Igualdad de USO se ha visto obligada a cancelar la III Escuela Sindical de Verano por la pandemia de covid-19. Una muy mala noticia para USO-Andalucía, pues el evento confederal iba a celebrarse este mes de julio en Málaga.

En una reunión especial de coordinación confederal de la Secretaría, se han actualizado los eventos a los que habrá que renunciar por las restricciones impuestas para preservar la salud de todos frente a los contagios. Por ejemplo, ha sido necesario aplazar también a 2021 la Asamblea General de Ajupe-USO.

En cuanto a la Escuela Sindical de Verano, la responsable de Juventud de USO-Andalucía, Marta Barco, se muestra «decepcionada. Habíamos trabajado con mucha ilusión en el proyecto, teníamos ya diseñados tanto la ubicación de las ponencias y el alojamiento de los participantes como un boceto de programa. Era una gran oportunidad para que miembros de Juventud-USO de toda España conocieran Málaga, Andalucía y el trabajo de nuestra Unión por los jóvenes».

El Departamento Confederal de Juventud de USO efectúa su relevo

El Departamento Confederal de Juventud, que coordina la Escuela, ha efectuado su relevo en esta reunión extraordinaria. Pablo Trapero, responsable hasta ahora, llega a su límite de edad para formar parte de Juventud y ha sido elegido Jagoba Sáenz, de USO-La Rioja.

Desde Andalucía, Marta Barco se muestra «optimista por mantener el proyecto. Esperamos que el año que viene se den todas las condiciones para que la Escuela de Verano pueda celebrarse y Málaga presente de nuevo su candidatura. Trataremos de que el nuevo responsable apueste por la USO de Andalucía como ya lo hicieron los jóvenes de la USO esta vez».

La responsable del Departamento de la Juventud de USO-Andalucía se forma en creación de vídeos

La responsable del Departamento de la Juventud de USO-Andalucía, Marta Barco, ha asistido al curso organizado por la Confederación sobre «Cómo grabar y editar vídeos», destinado especialmente a agentes de la negociación colectiva que desempeñen labores de comunicación y juventud.

El curso permite adquirir conocimientos teóricos y técnicos sobre el tratamiento de la imagen en movimiento para después elaborar mensajes ágiles y más en consonancia con la forma de comunicarse de los jóvenes.

«En al actualidad, los menores de 30 años ya no entienden la comunicación como algo únicamente escrito, esperan recibir los mensajes en forma de imagen o de vídeo, y tenemos que saber construirlos así, porque ya de por sí los conceptos que usamos en el sindicalismo son bastante desconocidos para el grueso de nuestra generación y las siguientes», afirma Marta Barco.

Los conocimientos teóricos se han completado con la elaboración de un vídeo como práctica que, «en el caso de mi grupo, lo orientamos precisamente a traducir a vídeo conceptos que afectan a todos los jóvenes de hoy en el trabajo y que, sin embargo, no relacionan con su necesidad de acudir a un sindicato. Seguiremos trabajando en ese proyecto hasta conseguir un vídeo más profesional», anuncia la responsable de Juventud del sindicato USO-Andalucía.

Al curso también acudió, desde Andalucía, Juan Torres, secretario de Comunicación de la FTSP-USO-Andalucía.

Andalucía cierra 2019 con la segunda tasa de paro más alta, del 20,80%

Jesús Postigo, coordinador general del sindicato USO-Andalucía, analiza los datos del paro de 2019

Los datos de la Encuesta de Población Activa del cuarto trimestre de 2019 vuelve a situar a Andalucía en el segundo puesto en cuanto a tasa de paro, con el 20,80%. “Y ello, a pesar de registrarse en la comunidad un importante crecimiento del empleo en el último trimestre del año (35.200) y la mayor bajada trimestral del paro (-41.900), que evidencia la difícil situación del empleo en Andalucía”, critica Jesús Postigo, coordinador general de USO-Andalucía.

Durante los últimos 12 meses, el número de activos ha subido un 0,90%; el número de ocupados ha aumentado el 1,48% y el de parados ha caído hasta alcanzar los 823.900, con un descenso de 10.500 personas, lo que supone el 1,26% de bajada. “A pesar de estos datos que son ciertamente positivos, los análisis mensuales nos alertan del frenazo en la creación de empleo y de la poca dinámica de nuestro mercado laboral”, indica Postigo.

“Un mercado laboral, además, que sigue castigando duramente a las mujeres, pues en Andalucía se da la segunda tasa más elevada de desempleo femenino, del 24,40% y casi 438.000 paradas. Las mujeres, junto con los jóvenes y los mayores de 55 años, son los colectivos que requieren de una atención urgente y efectiva para no quedarse fuera del mercado de trabajo”, reivindica el coordinador general de USO-Andalucía.

«En relación con la escasa absorción de la oferta de trabajo de los jóvenes en el mercado laboral, nos preocupan enormemente las precarias bases en que parecen fundarse las relaciones de trabajo que se encontrarán la próxima generación de andaluces y andaluzas. Hay brecha de género, indudable, en cuanto al acceso a la ocupación laboral, y parece haber también una brecha generacional», concluye Postigo.

Los jóvenes andaluces tienen mucho más claro que los adultos que el control de la pareja es violencia

Los jóvenes andaluces tienen mucho más claro que tienen derecho a la privacidad en el ámbito de la pareja y que deben respetar también ese derecho en la otra parte. Son datos que se desprenden de la encuesta sobre “acoso y control en la pareja”, elaborada por las Secretarías de Comunicación y Estudios Sindicales, y Formación Sindical e Igualdad de USO, con motivo de la campaña del 25N, que este año lleva por lema #NoControles.

Andalucía está, en general, en la media nacional o por encima de ella en cuanto a la permisividad en el control de la pareja. Así, el 27,03% de los encuestados residentes en la región considera que una persona debe poder desbloquear el teléfono de su pareja, mientras que 1 de cada 5, el 20,43%, está de acuerdo en que también debe conocer sus contraseñas para acceder a redes sociales.

“Resulta curioso y esperanzador que, hablando de redes sociales, sean las generaciones más jóvenes quienes tengan más conciencia de dónde termina la libertad de cada miembro de la pareja y empieza la del otro: entre los menores de 29 años, el porcentaje de permisividad es 0%, tanto en hombres como en mujeres. Es la generación inmediatamente mayor, la de 30 a 39 años, donde encontramos un mayor control: el 29% de ellos cree que tiene derecho a conocer las claves de su compañero y la obligación de dar a conocer las suyas”, explica Pilar Bravo, responsable adjunta de Igualdad de USO-Andalucía.

En cuanto a tener la obligación de mostrar los mensajes a su pareja, “en general, se da una conciencia de que no debe ser así, aunque hay un 2,16% de encuestados que cree que sí es inherente el control a tener pareja. Todos los que opinan esto son mayores de 30 años y tienen actualmente una pareja. La distribución entre hombres y mujeres es exactamente del 50%, al igual que ocurre en la pregunta que más nos preocupa: el 1,08% de los andaluces opina que, si su pareja no está dispuesta a mostrarle sus mensajes o compartir sus contraseñas, puede ejercer la violencia física o verbal contra ella”, continúa Bravo.

“Con la encuesta, pretendíamos saber si existe una relación entre el control hacia la otra persona con la violencia sobre ella. Efectivamente, hemos visto cómo, según las preguntas incluían un mayor grado de acceso a la intimidad, bajaba el porcentaje de personas que veían normal el compartirlo con su pareja. Sin embargo, no solo persiste quien considera que debe haber un control absoluto de lo que hace y dice la otra persona, sino que se justifica cualquier presión para conseguirlo”, alerta Dulce María Moreno, secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.

Por ello, “desde USO consideramos primordial el educar en igualdad. Por suerte, la encuesta nos muestra una tendencia al cambio en las generaciones, una toma de conciencia por parte de los más jóvenes de sus derechos individuales en la pareja. No obstante, en USO consideramos que es imprescindible que se contemple un cambio en la normativa sobre acoso para que incluya la persecución, en el seno de una pareja, para dar acceso a los datos y mensajes personales”, reclama la secretaria de Formación Sindical e Igualdad de USO.

Andalucía sigue siendo la comunidad con la tasa de paro más elevada, con un 21,83%

La Encuesta de Población Activa correspondiente al tercer trimestre del año ha venido a confirmar los datos negativos que se conocen mensualmente: Andalucía sigue estando a la cabeza en cuanto a la tasa de paro más elevado, con un 21,83%.

El trimestre veraniego ha dejado en la comunidad 865.000 personas en desempleo, un 3,62% más que el anterior trimestre, de las que 467.000 son mujeres. La tasa de paro femenina se ha situado en el 26,04%, lo que supone diez puntos más con respecto a la tasa a nivel estatal. “Es urgente que desde la Junta de Andalucía se adopten medidas dirigidas a frenar esta enorme brecha de género que está conduciendo a la mujer a una situación crítica de desigualdad en el empleo. Por otro lado, resulta también enormemente preocupante la falta de ideas y proyectos para propiciar la inserción en el mercado laboral de los jóvenes”, reivindica Jesús Postigo, coordinador de USO-Andalucía.

El mayor descenso en la creación de empleo en este periodo ha tenido lugar en Andalucía, con 30.300 parados más este trimestre, “a pesar del tirón del turismo, sector que está demostrando que se está agotando y que pone el foco en la necesidad de apostar por otras actividades económicas para crear puestos de trabajo y poder afrontar con ciertas garantías la recesión que está próxima”, analiza Postigo.

Andalucía registra el segundo peor dato de contratación indefinida en el primer semestre de 2019

Andalucía es la segunda comunidad autónoma española donde resulta más difícil obtener contrato indefinido. “Solo a un 2,29% de las personas que firman un contrato en la región le están ofreciendo de primeras un contrato indefinido, según los datos del Servicio Público de Empleo del primer semestre. Casi un tercio de la ya de por sí baja cifra media nacional, que es un 6,23%”, denuncia Jesús Postigo, coordinador de USO-Andalucía, sobre datos extraídos del informe “Anomalías de nuestro mercado de trabajo”, elaborado por el Gabinete de Estudios de USO.

En Andalucía se han formalizado en este semestre más de dos millones y medio de contratos, 2.561.836, pero solo 58.692 indefinidos. El 92,51% del total son “obra o servicio” o “eventuales por circunstancias de la producción”. “Tenemos más de 3 millones de empleados, pero solo en seis meses se han firmado casi esos contratos. Eso da una idea de que muchos de ellos no pueden ser considerados puestos de trabajo, sino un empleo relámpago que se encadena por días o semanas hasta el infinito. No se corresponde ese nivel de contratación con liderar el paro con un 21% y más de 800.000 andaluces sin trabajo”, continúa Postigo.

Aunque las cifras son ligeramente superiores a nivel nacional, el estudio destaca que el 30% de los contratos dura menos de una semana y que la duración media de un contrato en España es de 50 días: “hay trabajadores que viven en permanente temporalidad. Se sigue usando la fórmula de contratar de lunes a viernes para ahorrarse el pago del descanso semanal y volver a dar de alta a los trabajadores al lunes siguiente. Es necesario reforzar la labor de la Inspección de Trabajo para hacer un seguimiento y demostrar esas irregularidades justificadas desde el empleador por las ‘circunstancias de la producción’”, pide la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO, Laura Estévez.

Del más de un millón de nuevos ocupados en la última década en nuestro país, un 50,5% es temporal. Por eso, desde USO, se apuesta por “que se simplifiquen los tipos de contrato, pues el de obra y servicio, por ejemplo, es un coladero de indefinidos camuflados de temporales; que se penalice la contratación temporal y, especialmente, su abuso; y que se vigilen las causas que de verdad demuestran que un contrato sí debe ser temporal”, concluye Estévez.

La mayoría de los contratos los suscriben los hombres, a pesar de que hay más mujeres en paro, y los menores de 30 años, especialmente castigados por el encadenamiento de contratos. Los mayores de 50 años, que suponen el grueso de parados, sin embargo están marginados en la dinámica de contratación y les resulta más difícil reengancharse al mundo laboral.

USO aconseja moderación en la utilización de los teléfonos móviles, especialmente entre los menores

De media, pasamos casi cuatro horas diarias mirando nuestro smartphone. El abuso de internet, las nuevas tecnologías y las redes sociales se considera como una adicción sin sustancia, algo que acaba suponiendo un trastorno de conducta para una de cada cuatro personas. Los teléfonos inteligentes se han convertido en uno de los objetos más demandados e indispensables en el siglo XXI. España se encuentra en sexto lugar entre los países con mayor presencia de móviles del mundo, y donde es el dispositivo más utilizado para acceder a internet, algo que ya hace el 97% de la población, según el informe Ditrendia: el Mobile es España y en el Mundo 2018.»

Entre la población, se producen algunas conductas que pueden revelar un uso excesivo e inadecuado de las nuevas tecnologías: el 50% de las personas encuestadas ha revelado que utilizar el teléfono móvil es lo primero y lo último que hace durante el día, y el 14% revela que incluso lo utiliza conduciendo.

Las personas jóvenes son el rango de población más enganchado a los teléfonos móviles. En el segmento comprendido entre 18 y 24 años, el porcentaje de personas que se consideran adictas a los teléfonos móviles asciende hasta el 45%. En esta franja de edad, nos encontramos con que se utiliza el móvil de media unas seis horas diarias, dos horas más que la media nacional. «Estamos ante una de las adicciones del siglo XXI, una adicción que va relacionada con el avance tecnológico y que, por desgracia, todavía no se ve como tal. Muchas personas jóvenes se quitan horas de estudio o de relacionarse con otras personas porque están enganchadas al móvil», apunta Pablo Trapero, responsable confederal de Juventud USO.

Entre los menores de edad, los datos también son alarmantes. Un estudio en el que han participado científicos del Instituto de Adicciones de Madrid Salud, y de las Universidades Complutense, Francisco de Vitoria y Rey Juan Carlos, apunta a que más de la mitad de los menores de 18 años experimenta problemas asociados al uso y abuso de los smartphones. Según este estudio, un 57% de los menores hacen un uso problemático del móvil. Asimismo, un 45% hace un uso problemático de Internet. Una de cada cuatro personas sufre trastornos de la conducta relacionados con estas adicciones sin sustancia, según la OMS. El juego patológico, el abuso de internet y las redes sociales, la adicción a las compras, al sexo o al trabajo son las principales adicciones sin sustancia, también llamadas adicciones de comportamiento. «Esa dependencia del móvil está derivando en conductas de adicción a juegos online y está dando también como resultado que las personas jóvenes empiecen a perder habilidades sociales en el contacto del tú a tú. Hoy se conoce gente a través de aplicaciones, se juega en línea con otras personas, se liga a través de diversas plataformas… se está dejando de lado el charlar con colegas en la plaza por dedicar más tiempo a relacionarse a través del móvil y eso va en detrimento del desarrollo de las habilidades sociales», destaca Trapero.

¿Se trata de adicción o de mala educación? Todavía en los primeros años del siglo XXI, los humanos estamos escribiendo las primeras páginas de la historia del uso de las nuevas tecnologías. El empleo inadecuado o excesivo de las nuevas tecnologías se confunde en ocasiones con la mala educación a nivel de utilización de tal recurso.

Desde USO, apoyamos la utilización de las nuevas tecnologías con moderación, sin que suponga un riesgo para la salud de las personas ni las exponga a un trastorno psicosomático. Además, «desde Juventud USO hacemos un llamamiento para que este verano dejemos de lado el móvil, hablemos más con gente de nuestro entorno, conozcamos a otras personas como siempre se ha hecho, disfrutemos de las relaciones personales y, si detectamos que alguien tiene esa adicción, o nosotros y nosotras mismas, acudamos a profesionales de la psicología o de tratamiento de adicciones, porque estamos ante la punta de un iceberg del que no conocemos aún sus consecuencias. Y, por supuesto, al volante, activa el modo avión o utiliza el manos libres homologado para el vehículo, que un mensaje o una llamada no te amarguen las vacaciones», concluye el responsable de Juventud USO.