Andalucía ya supone el 26,44 % del paro de todo el país

El paro baja ligeramente en Andalucía en julio, pero los datos de recuperación son peores que en la media del país y el 26,44 % de los parados españoles están en Andalucía

El paro desciende ligeramente en Andalucía en julio, aunque el desempleo parece haber tocado suelo en la región. “Aunque el verano siempre se porta bien con nuestra comunidad, si observamos los datos con respecto a 2021 vemos que, en este año, Andalucía se ha recuperado mucho peor que casi todo el país”, advierte Jesús Payán, coordinador general de USO-Andalucía.

Así, mientras la bajada media anual del paro es del 15,59 %, en Andalucía se reduce al 7,96 %, prácticamente igual que en Galicia y solo por debajo de Euskadi. Sin embargo, reseña Payán, “ni Galicia ni mucho menos el País Vasco partían de una situación tan mala como la andaluza. Aquí el paro baja menos que en el conjunto del país, pero partíamos de una situación muy mala. Hace un año, decíamos que uno de cada cuatro parados estaba en Andalucía. Ya hemos superado esa barrera psicológica de la cuarta parte: ahora el 26,44 % del paro nacional está en Andalucía. Y en pleno verano”, apostilla.

En 2022, se han firmado más de 750.000 contratos indefinidos, pero el paro solo baja en 23.102 trabajadores

Un verano que, en general, “favorece a la costa, sobre todo a los servicios de Málaga y Cádiz, pero castiga al interior y a Almería. Un modelo económico obsoleto, que hace aguas cada septiembre y que cada vez deja menos riqueza a largo plazo”, lamenta el coordinador general de USO-Andalucía.

El frenazo andaluz se comprueba igualmente en los ritmos de contratación. “Se formalizaron menos contratos que en junio y también menos que en 2021, y la contratación indefinida está un punto por debajo que la nacional. Contratación indefinida, además, de nombre, porque la realidad es que, mientras que en lo que llevamos de año se han firmado 750.389 contratos indefinidos, el paro ha bajado en estos siete meses en 23.102. Los números no nos salen”, concluye Jesús Payán.