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Andalucía registra el segundo peor dato de contratación indefinida en el primer semestre de 2019

Andalucía es la segunda comunidad autónoma española donde resulta más difícil obtener contrato indefinido. “Solo a un 2,29% de las personas que firman un contrato en la región le están ofreciendo de primeras un contrato indefinido, según los datos del Servicio Público de Empleo del primer semestre. Casi un tercio de la ya de por sí baja cifra media nacional, que es un 6,23%”, denuncia Jesús Postigo, coordinador de USO-Andalucía, sobre datos extraídos del informe “Anomalías de nuestro mercado de trabajo”, elaborado por el Gabinete de Estudios de USO.

En Andalucía se han formalizado en este semestre más de dos millones y medio de contratos, 2.561.836, pero solo 58.692 indefinidos. El 92,51% del total son “obra o servicio” o “eventuales por circunstancias de la producción”. “Tenemos más de 3 millones de empleados, pero solo en seis meses se han firmado casi esos contratos. Eso da una idea de que muchos de ellos no pueden ser considerados puestos de trabajo, sino un empleo relámpago que se encadena por días o semanas hasta el infinito. No se corresponde ese nivel de contratación con liderar el paro con un 21% y más de 800.000 andaluces sin trabajo”, continúa Postigo.

Aunque las cifras son ligeramente superiores a nivel nacional, el estudio destaca que el 30% de los contratos dura menos de una semana y que la duración media de un contrato en España es de 50 días: “hay trabajadores que viven en permanente temporalidad. Se sigue usando la fórmula de contratar de lunes a viernes para ahorrarse el pago del descanso semanal y volver a dar de alta a los trabajadores al lunes siguiente. Es necesario reforzar la labor de la Inspección de Trabajo para hacer un seguimiento y demostrar esas irregularidades justificadas desde el empleador por las ‘circunstancias de la producción’”, pide la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO, Laura Estévez.

Del más de un millón de nuevos ocupados en la última década en nuestro país, un 50,5% es temporal. Por eso, desde USO, se apuesta por “que se simplifiquen los tipos de contrato, pues el de obra y servicio, por ejemplo, es un coladero de indefinidos camuflados de temporales; que se penalice la contratación temporal y, especialmente, su abuso; y que se vigilen las causas que de verdad demuestran que un contrato sí debe ser temporal”, concluye Estévez.

La mayoría de los contratos los suscriben los hombres, a pesar de que hay más mujeres en paro, y los menores de 30 años, especialmente castigados por el encadenamiento de contratos. Los mayores de 50 años, que suponen el grueso de parados, sin embargo están marginados en la dinámica de contratación y les resulta más difícil reengancharse al mundo laboral.

USO-Andalucía exige apostar por la industria para atajar el desempleo y el empobrecimiento salarial

Andalucía tiene hoy un 6,30% más de paro que antes de la crisis, en 2008, a la par que menos empleo, 131.800 ocupados menos, un 4,2%. Y, además, quienes trabajan, lo hacen menos horas, 9 menos al mes de media cada trabajador, con el peor comportamiento en los Servicios. Son algunos de los datos extraídos de la “Radiografía socioeconómica y laboral de Andalucía”, elaborada por el Gabinete de Estudios de USO. “Aquí en Andalucía la crisis de empleo ha sido más profunda que en la media del país, porque ya se partía de una situación mucho peor. Hoy hay seis provincias por encima del 20% de paro, cuando en 2008 únicamente Cádiz sobrepasaba el 18%. Hoy uno de cada cuatro parados españoles vive en Andalucía”, analiza Laura Estévez, secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.

En relación con esos datos, el coordinador de USO-Andalucía, Jesús Postigo, lamenta que “esta década de crisis parece que no nos ha dejado ninguna enseñanza: Andalucía necesita promover la implantación de industria, con un plan real, que aproveche las nuevas tecnologías y genere empleo cualificado y estable. La industria es la única garantía de altos sueldos y contratos indefinidos, que no dependan del baile del turismo, que ha sido el empeño por décadas, como si fuera a lo único a lo que nos podemos dedicar los andaluces”.

Los números oficiales “corroboran lo que defendemos desde USO-Andalucía. A pesar que en 2018 descendieron ligeramente con respecto a 2017, observando el dato global, los de la Industria y los de la Construcción son los únicos salarios que se han revalorizado en términos absolutos desde 2008, pasando de 1.936 a 2.073 euros mensuales, 137 euros más, y 134 en Construcción. No obstante, se pierde poder adquisitivo en torno al 5%, pero en Servicios ha sido del 16,5%. Está claro: industrializar nuestra región es la herramienta del desarrollo”, continúa Postigo.

“Los datos salariales de Andalucía son muy preocupantes, es una región en constante empobrecimiento. La media nacional ha perdido poder adquisitivo en relación al IPC de estos años; también aquí, un 14,4% de media de los sectores. Pero es que, en el caso de Andalucía, no se trata únicamente de una pérdida de poder adquisitivo, es que los salarios son hoy más bajos, sin comparativa, que en 2008. Hoy un andaluz percibe de media 1.746,43 euros mensuales en el global de concepto salarial; hace once años, eran 1.775,85 euros, 30 más”, incide Laura Estévez.

Brecha de género y formación

Andalucía presenta varios colectivos especialmente vulnerables y en riesgo de exclusión con respecto al mercado laboral. “El principal, porque supone más de la mitad de la población, son las mujeres, casi el 55% de paradas, dos puntos más que en 2008, a pesar de que su población activa es menor. Hay más paro femenino en todos los tramos de edad, salvo entre los mayores de 55 años, donde aún pesa que en esa generación pocas mujeres se incorporaban al mundo laboral. La diferencia es más acusada en las edades donde a la mujer la penalizan por ser madre y por quedarse al cuidado de los niños en los primeros años de vida; es decir, en los 30 y los 40 años”, lamenta el coordinador de USO-Andalucía.

Ahondando más en los datos, “ganan en las peores ratios, como en el paro de larga duración. Para una mujer es más difícil salir del paro; a partir de 3 meses sin trabajo, hay más mujeres en el desempleo, con especial diferencia entre quienes llevan más de dos años en esta situación y son difícilmente reinsertables en el mundo laboral”, continúa. “Urge un plan de formación para el empleo efectivo y desde las administraciones públicas para la mujer. No puede ser que 6 de cada 10 de nuestros parados no tengan los estudios básicos y que contemos, en pleno siglo XXI, con un 1% de parados analfabetos, algo inconcebible en otras autonomías”, arremete Jesús Postigo.
En cuanto a salarios y jornada de las mujeres, “no solo sufren más paro y menos empleabilidad, sino que esta es de peor calidad. El 89% trabaja en Servicios, lo que ya hemos visto que acarrea peores salarios y jornadas de menos horas. Sin embargo, son solo una cuarta parte de las trabajadoras industriales, donde las condiciones son mejores. En total, una de cada cuatro mujeres soporta una jornada parcial en Andalucía”, resume Laura Estévez.

Los pensionistas andaluces, un 10% más pobres

La consecuencia de peores salarios y alto paro ahora y antes de la crisis se traduce en el segundo peor PIB per cápita autonómico, 18.557 euros, solo por encima de Extremadura, y también en las pensiones, un 10,4% inferiores a la media nacional. “También aquí se ve un abismo de género. La media está por debajo del actual SMI, 885 euros, pero la media masculina es de 1.054 euros frente a los 724 que cobra una mujer, fruto de toda una vida de discriminación salarial y una menor cotización por dedicarse a empleos tradicionalmente femeninos y peor pagados, reduciendo su jornada para hacerse cargo de la familia”, denuncia la secretaria de Comunicación y Estudios Sindicales de USO.

“Aquí debemos incidir nuevamente en la necesidad de volcarnos hacia la Industria. A pesar del desorbitado paro de Cádiz y sus actuales salarios bajos, es la provincia con la pensión media más alta, fruto de las jubilaciones de los buenos tiempos de la industria naval. El gobierno regional está en la obligación de apostar por la industria”, pide Postigo. Además, recuerdan ambos, “desde USO pedimos que se blinden las pensiones en la Constitución. No solo hay que mejorar las condiciones laborales para tener una buena cotización, sino garantizar que esta, en un futuro, no se pueda tocar y no dependa de los vaivenes de los gobiernos”.