Skip to main content

USO alerta del riesgo inminente de 55 despidos a 31 de diciembre en Abertis-Autopistas

Los trabajadores del sector de las autopistas aguardan con inquietud el fin de concesión de las autopistas de peaje, especialmente las más inminentes, la AP-7 entre Cambrils y Alicante (dos tramos, Cambrils-Valencia y Valencia-Alicante), y la AP-4, que une Sevilla y Cádiz, que levantarán barreras a 31 de diciembre. «No es una cuestión de peaje o no peaje, esos son asuntos de política en los que no nos compete opinar. Nosotros solo pedimos que los trabajadores no quedemos siempre como el eslabón más débil de todas las reestructuraciones de sectores, que esa reconversión de modelo se haga de forma ordenada. Desde USO, ya nos reunimos con Fomento en marzo para pedirles que nos tuvieran en cuenta en las licitaciones, pero aún no sabemos nada del pliego y sus condiciones», expone Juan Jesús Atienza, responsable del sector de Autopistas de USO.

«Nos han dicho que la publicación de la nueva licitación es inminente, estamos preocupados. Dicen que garantizan el empleo para los trabajadores de mantenimiento, que se aseguran todos, como ya ocurrió en la AP-1 en Burgos, pero los de atención a peajes y los de oficinas están en el aire. Son unos 150 trabajadores los que atienden a distancia y vigilan las casetas de cobro. Para estos trabajadores no nos dan una salida y nosotros estamos peleando por la garantía de empleo para todos, pedimos una mediación con Abertis para recolocaciones en el grupo», continúa Atienza. En concreto, en Andalucía peligran 55 puestos de trabajo ligados a la AP-4, 28 en peaje, 16 de mantenimiento y 11 en oficinas.

El delegado de USO incide en que «estamos escuchando muchas ocurrencias sobre qué hacer con las autopistas en estos días. Ya en marzo nos dijeron que el nuevo modelo tras el rescate no existía y que habría que diseñarlo, pero estamos en agosto y seguimos sin verlo. Hay trabajadores que en cuatro meses pueden estar en el paro y no mueven ficha. Y la sangría será peor el próximo año. En agosto de 2021 finalizan más concesiones, la AP-7 entre Salou y La Jonquera, la AP-2 entre Zaragoza y El Vendrell, y también la autopista de Mataró, Mongat-Palafolls, gestionado por la Generalitat, que debe igualmente ponerse manos a la obra».

USO exige una reconversión ordenada del empleo en las autopistas de peaje ante el fin de las concesiones

USO exige que los trabajadores del cobro de peajes de las concesionarias de las autopistas que vencen sean una prioridad para el Gobierno entrante. Una delegación de la Federación de Servicios de USO, encabezada por su secretario general, Pedro Ríos, se ha reunido con el secretario general de Infraestructuras, José Javier Izquierdo, ante la inminencia del fin de algunas de las autopistas rescatadas y el limbo en el que quedarán sus trabajadores.

Las dos actuaciones más urgentes corresponden a la concesionaria AUMAR, en las autopistas AP7 (Tarragona-Valencia-Alicante) y AP-4 (Sevilla-Cádiz), cuyo contrato expira el 31 de diciembre de 2019. “El Ministerio nos ha trasladado que se levantarán las barreras y que se licitarán los servicios de mantenimiento, viabilidad y conservación de las carreteras con una cláusula de subrogación de los trabajadores. Sin embargo, no existe ningún plan de subrogación para el colectivo de cobradores del peaje y se traslada la responsabilidad a una comisión que se cree a tal efecto después de las elecciones generales”, explica Pedro Ríos, secretario general de FS-USO.

En este sentido, “nos dicen que, al tratarse de un modelo que aún no existe, debe haber un consenso similar al que hubo en la decisión de terminar con estos peajes. Nosotros estamos de acuerdo en que las medidas políticas se tomen con el consenso requerido, pero queremos el compromiso de que, entre quien entre en el gobierno, se va a mantener ese plan y será una prioridad darle solución a estos trabajadores antes de que se finalice su contrato en diciembre”, urge Pedro Ríos.

El secretario general de la Federación de Servicios de USO pide, por lo tanto, “que ya que no existe ese modelo, se haga una reconversión ordenada y no traumática, no como hemos visto en otros sectores, para que los trabajadores no sean siempre los grandes perjudicados de los cambios estratégicos, en este caso en infraestructuras”.